—¡Bien! —El ánimo de Liu Dong y los otros tres se elevó con este golpe, sin embargo, la figura de Li Hao tambaleó. Su Poder de Origen hacía tiempo que rozaba el punto de agotamiento completo. Este último tajo era, en realidad, simplemente su desesperación y rabia desatadas. Nunca había imaginado que en realidad formaría Sable Qi en este ataque.
Pero ya no podía continuar la batalla. Su mano derecha cayó a su lado, y el sable casi se deslizó de sus dedos.
—Jefe, este mocoso puede formar Sable Qi, ¡definitivamente no podemos dejarlo vivir! —Uno de los enemigos gritó de inmediato.
El jefe de estas cuatro personas era un hombre grande con cejas pronunciadas que tenía dos dedos faltantes en su mano izquierda. Asintió y dijo:
—Este mocoso se convertirá en un gran problema para nosotros en el futuro. Solo mátenlo entonces. Tendremos un poco menos de dinero para extorsionar.
