—No me importa quién seas, ¡vuelve al final de la línea! —Ling Han habló fríamente.
—¡Jajajaja! —El joven se rió estruendosamente, como si hubiera oído el mejor chiste del mundo. Sacudió la cabeza:
— ¿No sabes quién soy? Soy Jin Wuxiang, ¡mi hermano mayor es Jin Wuji!
Jin Wuji, ese era uno de los competidores más fuertes en esta ronda del Torneo Da Yuan.
No es de extrañar que este chico fuera tan arrogante. Como joven maestro del Clan Jin y con un hermano mayor muy poderoso, sí tenía derecho a comportarse imprudentemente.
Desafortunadamente, al que había encontrado ahora era Ling Han.
—¡Qué me importa si eres Jin Wuxiang o Jin Wuji... quienquiera que seas, vuelve al final de la línea! —Ling Han hizo un impaciente ademán con la mano.
La sonrisa en el rostro de Jin Wuxiang desapareció, reemplazada por una expresión de enfado. ¿Después de que este mocoso descubriera quién era él, todavía se atrevía a responderle? Dio un resoplido y dijo: