Li Yuechan miraba fijamente la pantalla de su teléfono, hacia los varios signos de exclamación en rojo brillante, su corazón dolía indescriptiblemente.
—¿Ni siquiera pudiste preguntarme si realmente hice ese tipo de cosa? ¿Realmente confías tan poco en mí? Bastardo.
Li Yuechan golpeó fuertemente el volante.
Luego, se apresuró para encontrar a Long Chen y aclarar las cosas.
Al mismo tiempo, Long Chen había tomado un taxi de regreso al lugar de Zhao Churan.
Li Yuechan también pensó que era muy probable que Long Chen estuviera en casa de Zhao Churan, pero ella conducía demasiado rápido. Antes de que el taxi de Long Chen llegara a casa de Zhao Churan, ella llegó primero.
Al abrir la puerta, Zhao Churan, al ver que la invitada era Li Yuechan, se detuvo sorprendida y preguntó confundida:
—¿Qué haces aquí?
—¿Está Long Chen aquí? —preguntó Li Yuechan.
