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—Segundo Abuelo, tengo un plan que puede no solo glorificar a nuestra Familia Xiao sino también matar a Long Chen —dijo la joven con una dulce risa.
—Xiao Qing, vamos a escuchar —el hombre en la túnica negra miró fijamente a Xiao Qing.
—Podríamos organizar una gala benéfica e invitar a todos esos expertos que han venido a Qianzhou para asistir, incluyendo a Long Chen. Cuando llegue el momento, con tantos expertos, sería como atrapar tortugas en una jarra. Si logramos matar a Long Chen, aunque sea un esfuerzo colectivo, dado que somos los anfitriones de la gala benéfica, nuestra Familia Xiao seguramente será reconocida como la que más ha contribuido. Segundo Abuelo, ¿qué te parece? —dijo Xiao Qing.
—Brillante —el anciano en la túnica negra levantó el pulgar, riendo a carcajadas—. Ja, ja, Qing'er, te estás volviendo más y más impresionante. Haremos como sugieres.
—Gracias, Segundo Abuelo —Xiao Qing estaba extasiada.
