Debe decirse que Cao Qiu era muy astuto.
Sabía muy bien que solo con la protección de Xuanyuan Madman podría escapar con vida.
En cuanto a la fuerza de Long Chen, aunque la última vez la pelea fue bajo el agua, de todas formas, al final involucró a él y a Hua Qingfeng, dos contra uno, pero no pudieron vencerlo.
Ahora que Long Chen había vuelto a su máximo estado, parecía imprudente enfrentarse a él otra vez; las posibilidades de victoria eran muy bajas.
Xuanyuan Madman también era un viejo zorro astuto y entendía claramente qué pretendía hacer Cao Qiu.
Aún quería utilizar a Hua Qingfeng y a Cao Qiu, así que, aprovechando la oportunidad, Xuanyuan Madman se dirigió a Long Chen y dijo:
—Joven, es mejor resolver diferencias que escalarlas. No hay necesidad de una crueldad excesiva. ¿No sería mejor sentarse, compartir una bebida y hablar, transformando la enemistad en amistad?