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—Comienza —ordenó indiferente Cao Qiu.
—Sí —el hombre de mediana edad apuntó al Hueso Pipa de Long Chen y lo apuñaló con saña.
Long Chen podía verlo y sentirlo.
Pero el efecto del veneno era aterrador; ni siquiera él pudo resistirlo en ese momento y se sintió completamente impotente.
A medida que la espada perforaba el Hueso Pipa, Long Chen jadeó de dolor, y el Poder Espiritual dentro de su cuerpo parecía disiparse.
Esta sensación era especialmente aterradora.
Si el Poder Espiritual se disipaba, Long Chen sabía que se volvería completamente inútil.
No quería que esto sucediera, pero por el momento, estaba impotente.
Justo cuando Long Chen estaba cerca de la desesperación, sintió una fuerza desconocida surgiendo dentro de su linaje, sellando el Poder Espiritual para evitar que se escapara.
Long Chen finalmente respiró aliviado, pero la situación seguía siendo extremadamente peligrosa.
Cao Qiu ya había ordenado detener a todos los inconscientes.
