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—Espera —Fengxue interceptó rápidamente a Yang Su.
—¿Qué ocurre? —preguntó Yang Su.
Fengxue respiró hondo y luego dijo suavemente, —Justo ahora, él se dio la vuelta y se fue, muy decidido, probablemente convencido de que elegiste estar conmigo. Entonces, ¿necesitas que vaya contigo para explicárselo?
—No —dijo Yang Su—. Puedo manejarlo.
—Susu, ¿hace cuánto que lo conoces? —preguntó Fengxue.
—Solo unos pocos días —respondió Yang Su.
—¿Solo unos pocos días? —El rostro de Fengxue palideció ligeramente—. ¿Solo unos pocos días y ya te has enamorado tan profundamente de él?
—Sí, también me parece milagroso —dijo Yang Su suavemente—. Todas las cosas que me negaba a hacer contigo, de alguna manera las disfruto haciendo con él, incluso las conversaciones tediosas parecen fascinantes.
