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—Camino al hospital, Li Yuechan estaba extremadamente preocupada por la salud de Long Chen, pero después de que Long Chen la consoló y ella notó que su tez parecía normal, Li Yuechan finalmente se tranquilizó.
—Sin embargo, Li Yuexin siguió farfullando sin cesar, hablando de manera extraña y sarcástica.
—Aún así, tanto Long Chen como Li Yuechan la ignoraron, dejándola parloteando sin molestarse en responder.
—Esto hizo que Li Yuexin se sintiera extremadamente frustrada, albergando una tempestad interior que no podía liberar.
—Solo cuando entraron al hospital y llegaron a la sala donde estaba Ning Haoran, las emociones de Li Yuexin estallaron de golpe. Se lanzó a los brazos de una hermosa mujer en la puerta de la sala y comenzó a llorar amargamente: "Tía, lo siento".
—La persona que hirió a Haoran no fuiste tú, así que no hay necesidad de disculpas. A quien buscamos es a él".
—La mirada de la hermosa mujer aterrizó directamente en Long Chen.