Li Yuechan estaba genuinamente curiosa acerca de lo que Long Chen había estado haciendo estos últimos meses.
Aunque ella estaba ocupada todos los días, siempre pensaba en hacer tiempo para acompañar a Long Chen.
Sin embargo, cada vez que ella estaba libre, Li Yuechan encontraba muy difícil poder ver siquiera un atisbo de Long Chen.
Ante la pregunta de Li Yuechan, Long Chen no sabía bien cómo responderle.
Ahora que era el dueño de Doctor Dragón, había cosas que no podía revelar.
Después de todo, Doctor Dragón ya era un supergigante con activos por cientos de trillones.
Si Li Yuechan lo supiera, se preguntaba, ¿la asustaría?
Después de darle algunas vueltas, Long Chen decidió que le diría la verdad a Li Yuechan.
—Bueno, en realidad, durante este tiempo, he estado ocupado con el Doctor... —Long Chen empezó a explicar.
—Está bien, está bien, no necesitas explicar —Li Yuechan levantó su delicada mano interrumpiéndolo—. Ella no dejó que Long Chen continuara porque lo sospechaba.