Wu Nuan no tenía idea de que Long Chen controlaba activos por valor de varios cientos de miles de millones.
En este momento, Zhao Shan miraba a Long Chen con frialdad en sus ojos —Chico, si quieres hacer de héroe y salvar a la damisela, necesitas ver si tienes lo que hay que tener. Ya que has dado un paso al frente, ayúdales a pagar su deuda, setecientos mil, ni un centavo menos.
—Originalmente pidieron prestados setenta mil y devolvieron veinte mil, ¿verdad? —Long Chen miró fijamente a Zhao Shan.
—Es correcto, pero se ha prolongado tanto que realmente me ha molestado. Así que los veinte mil que devolvieron sólo pueden contar como intereses —se burló Zhao Shan.
—Oh, entonces eso significa que les cobraste intereses altos dos veces, ¿verdad? —preguntó Long Chen—. Está bien, puedo darte el dinero, pero me pregunto si te atreverás a tomarlo.
