—¿Qué? ¿Por qué no vas a robarle a alguien? —Bald Hui pensó que iba a ser extorsionado por unos pocos cientos de miles, y ya se había preparado para pagar la molestia, pero entonces la demanda de diez millones salió de la nada, lo que le hizo gritar en shock.
—Xia Qiuru también se sorprendió por el precio que propuso Su Chen, justo después de haberle hecho ya un duro corte, fue por una demanda aún más despiadada.
—Diez millones ya es una cantidad pequeña —Su Chen arqueó los labios, mirando con desdén a Bald Hui—. ¿Si no fuera porque eres un perdedor sin un centavo, realmente crees que diez millones serían suficientes?
—¡Esto es extorsión! —Bald Hui dijo con una expresión triste—. ¿Diez millones? Qué broma, ¿acaso eso no le costaría la vida?
