En este momento, Su Chen y los demás seguían jugando con entusiasmo en su habitación privada; después de todo, un lugar tan lujoso no era algo que normalmente se pudieran permitir visitar.
Unos quince minutos después, Qin Li le dijo a Su Chen:
—¿Será que esas dos chicas se han caído al inodoro? ¿Cómo es que han tardado tanto?
—Sí, ¿podría ser que 'Tía Flo' las haya visitado? —Su Chen también sintió que habían estado fuera un poco demasiado tiempo y dijo con una leve sonrisa, aunque no lo tomó demasiado en serio.
—Ministro, tu boca de verdad es... —La cara de Qin Li se puso ligeramente roja mientras negaba con la cabeza y replicaba.
Justo entonces, Su Chen frunció el ceño ligeramente; le pareció oír algunas voces ruidosas, que parecían ser de Zhao Lin:
—Parece que ha pasado algo.
Después de decir eso, Su Chen se puso de pie y salió afuera, sin molestar a los demás.
Qin Li se sorprendió y siguió rápidamente detrás de él...
