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Eniel se dio cuenta de que algo estaba mal en un instante y se esforzó rápidamente por detener su avance.
Pero debido a que su velocidad había sido demasiado rápida, aunque se detuvo de inmediato, la poderosa inercia todavía empujó la daga más hacia adentro. La sangre fluía por la daga, goteando al suelo...
Eniel estaba shockeada. En ese momento, se sentía como si su corazón se hubiera detenido...
Rápidamente soltó la daga y se movió detrás de Su Chen, sosteniendo su cuerpo tambaleante.
—¿Eres estúpido? ¿Por qué no te apartaste? —Las lágrimas instantáneamente comenzaron a fluir de los ojos de Eniel como una presa rota.
Su Chen sonrió débilmente en los brazos de Eniel y luego extendió la mano para acariciar su exquisitamente delicada cara, murmurando,
—¿Realmente quieres matarme tan desesperadamente?
—Sí, desearía poder apuñalarte hasta la muerte, ¡cosa desalmada e ingrata! —Eniel escupió las palabras con odio.
