Era muy tarde cuando Su Chen dejó a Xiao Yaning en su villa de los suburbios, justo cuando Xiao Yaning estaba a punto de salir del coche, se detuvo, miró a Su Chen, como si tuviera algo que dudaba en decir.
—¿Qué es? Dilo, no tenemos que andar con ceremonias, ¿verdad? —dijo Su Chen con una sonrisa.
Sin embargo, Xiao Yaning no mostró signos de sonreír, reflexionó un momento y luego dijo:
—¡Ten cuidado, Lv Shimo ha vuelto!
—¿Lv Shimo? ¿Quién es él? ¿Qué tiene que ver su regreso conmigo? —respondió Su Chen sonriendo con despreocupación.
—¡Es el hermano mayor de Lv Shixin, su propio hermano! —la expresión de Xiao Yaning se volvió grave—. Su Chen, no debes tomar esto a la ligera. Lv Shimo no es tan simple; él es completamente diferente a su hermano, Lv Shixin.
—¿Diferente en qué sentido? —preguntó Su Chen.
Una leve sonrisa irónica se formó en la esquina de los labios de Su Chen.
