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Justo entonces, un hombre salió del club nocturno cercano, con una modelo poco conocida en sus brazos, que, a pesar de no ser famosa, tenía tanto buen aspecto como una bonita figura.
Después de salir del club nocturno, se dirigió directamente hacia la multitud.
—Mirad, ¿quién es ese? —alguien se percató de él rápidamente y exclamó.
—¡Eh, no es ese Zhou Yuan? —exclamó otro.
—¡De verdad lo es! Escuché que acaba de ganar un campeonato profesional de carreras y se le reconoce como una estrella en ascenso en el mundo del automovilismo de Huaxia!
—¡Por supuesto, es el orgulloso discípulo de nuestro rey de las carreras de Huaxia, Gu Xinghan!
—Extraño, ¿qué hace un piloto de carreras profesional viniendo a nuestro lugar? —todos estaban desconcertados, ¡y nadie sabía por qué había vuelto!
Tang Yun ciertamente notó la aproximación de Zhou Yuan, y también estaba emocionada, pues él era un piloto profesional y una futura estrella con grandes expectativas.
