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Ante los ojos atentos de muchos, Su Chen sonrió con calma, luego levantó un dedo y lo sacudió mientras hablaba:
—¡Muy poco!
—¡Maldita sea, este tipo debe estar loco por el dinero!
—Exactamente, 5 millones, ¿y todavía piensa que es muy poco?
—¿Este tipo tiene un problema en su cerebro? ¿Sabe cuántos ceros hay en 5 millones?
—¿Está este bastardo tratando a Xinran como una mercancía rara, intentando extorsionar fuertemente a Chu Jian?
—Probablemente, siento tristeza por Xinran. ¿Cómo pudo enamorarse de tal hombre?
Tan pronto como Su Chen habló, la multitud estalló, ¡todos criticando a Su Chen!
Sin embargo, una mirada de suficiencia cruzó los ojos de Chu Jian; resultó que pensaba que el dinero era muy poco, lo que facilitaba las cosas.
Para él en este punto, cualquier problema que pudiera resolverse con dinero en realidad no era un problema. Él también levantó lentamente un dedo:
—¡Diez millones!
¡Una palabra causó un enorme alboroto!
