Este lago era verdaderamente pequeño, apenas de cuarenta a cincuenta pies de circunferencia, con agua de tono rosado cubierta de pétalos, pero aún se podía distinguir una giratoria Puerta de Luz en el fondo del lago.
—Esto probablemente sea la salida para irse, ¿verdad? —Zhou Heng se detuvo al borde del lago.
—Burro Negro olió unas cuantas veces y dijo —¡Debe ser cosa de ese viejo fantasma!
—¿Qué viejo fantasma? ¿Venerable Celestial de Tres Soles? —preguntó Zhou Heng—. De repente recordó que este miserable burro había vivido en la época del Gran Emperador Eterno y seguramente conocía muchos secretos de aquellos días—¡en realidad tenía un libro de historia viviente a su lado y no había pensado en preguntar!
—¡Claro, es ese viejo depravado! —Burro Negro frunció los labios con desdén—. ¡Ese viejo fantasma no respeta su edad, siempre vistiendo un traje de flor de melocotón y actuando como un afeminado — un completo bicho raro!
