—¡Ten cuidado! —exclamó urgentemente Wen Jingyi al ver esto.
Ella sabía que el experto al lado de Tu Kang era un practicante de Décimo Nivel de la Etapa Innata.
Sin embargo, justo cuando estaba a punto de hacer un movimiento, de repente, Yang Xiaotian extendió su mano y agarró el puño del experto de Tu Kang.
Luego, Yang Xiaotian torció su muñeca, y el brazo del oponente se torció directamente en forma de sacacorchos.
Yang Xiaotian pateó al hombre, mandándolo a volar.
Wen Jingyi se quedó atónita.
Las criadas detrás de ella también se sorprendieron mucho.
Claramente, ninguna de ellas había esperado que este chico, que parecía tener solo doce o trece años, pudiera poseer tal fuerza.
Al ver al experto a su lado ser pateado por Yang Xiaotian, Tu Kang también se sorprendió, y mientras Yang Xiaotian seguía ejerciendo fuerza, los dedos de Tu Kang seguían crujiendo.
—¡Suéltame! —La cara de Tu Kang se puso morada de dolor—. ¡Está roto!
