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He Qingzhe y los demás miraron asombrados cómo la cabeza decapitada de Guo Wei rodaba por el suelo.
Guo Wei era un genio inusual con cinco Corazones de Espada congelados, y poseía la antigua sangre del Dios Dragón. ¡Yang Xiaotian acababa de matarlo sin dudar!
Además, He Qingzhe acababa de advertir a Yang Xiaotian, diciéndole que Guo Wei había sido seleccionado como discípulo semilla por la Secta de la Espada del Dragón Dominante de antemano, ¡y aún así Yang Xiaotian lo mató sin vacilar!
Mirando la cabeza de Guo Wei con sus ojos grandes y saltones, el corazón de todos se conmovió profundamente.
Guo Wei había sido aclamado como uno de los genios más talentosos que jamás había visto la Academia Tiandou, incluso teniendo el potencial de atravesar al Reino del Espíritu Divino en el futuro, pero ahora yacía muerto ante ellos.
—Se ha vuelto loco —murmuró Tang Lin, refiriéndose a Yang Xiaotian.
