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Yang Xiaotian vio la renuencia en los ojos de Zhang Hao, el intenso odio hacia él en lo profundo del corazón de Zhang Hao.
Sin expresión, empujó lentamente su espada larga profundamente en la garganta de Zhang Hao.
La sangre comenzó a fluir por la hoja de la espada.
Zhang Hao abrió la boca, como si quisiera decir algo.
Pero al final, no pudo emitir sonido alguno.
La espada larga de Yang Xiaotian perforó por la parte posterior de su cuello.
—Qué lástima, quería matarte en tres años —dijo Yang Xiaotian—. Pero los eventos de hoy no deben ser revelados.
La luz en los ojos de Zhang Hao se fue desvaneciendo gradualmente, y no se movió más.
Observando a Zhang Hao, quien había exhalado su último suspiro, Yang Xiaotian extrajo su espada larga.
El cuerpo de Zhang Hao cayó al suelo.
Un genio de la Secta Divina Maha había perecido así como así.
La sangre tiñó de rojo el suelo circundante.
