Xiao Yong nunca había esperado encontrarse con Yang Xiaotian aquí.
Sus miradas se encontraron.
Tras un breve momento de asombro, una sonrisa apareció gradualmente en el rostro de Xiao Yong. Se rió y dijo: «Muchacho, esto realmente es una coincidencia. No esperaba encontrarme contigo aquí».
Mientras decía eso, extendió su mano, mirando hacia abajo a Yang Xiaotian, «¿El colgante de jade? ¡Entrégalo!»
La voz de Xiao Yong era alta.
Muchas personas en la sala de transacciones inmobiliarias miraron.
«¿Quién es este chico que logró ofender a Su Alteza el Príncipe Heredero?»
Mientras la gente alrededor susurraba entre sí, Yang Xiaotian sacó el colgante de jade. Pensando en lo que Xiao Yong había dicho anteriormente en el Bosque de la Luna Roja, Yang Xiaotian dijo: «¿Crees que eres digno de poseer este colgante de jade?»
«Este colgante, si estuviera en manos de un idiota como tú, profanaría su luz sagrada.»
Las personas en la sala estaban todas atónitas.
