—Dinero, ya no hay necesidad de dárselo a ellos —dijo Yang Xiaotian con ojos fríos—. Mañana iré contigo al City Construction Bureau.
Al ver la ira de Yang Xiaotian, Ate y Ali no se atrevieron a hablar más, se pusieron de acuerdo respetuosamente y se retiraron.
Después de que Ate y Ali se fueron, Yang Xiaotian calmó su mente y comenzó a refinar la suprema Píldora Espiritual de los Cuatro Símbolos.
En días recientes, casi se habían agotado los materiales para refinar la Píldora Espiritual de los Cuatro Símbolos.
Mañana, tendría que enviar a Liao Kun y Zhang Jingrong junto con sus otros tres compañeros a comprar más.
Pronto, Yang Xiaotian refinó exitosamente la suprema Píldora Espiritual de los Cuatro Símbolos.
No la guardó sino que la tragó directamente.
Instantáneamente, la potencia de la píldora espiritual se transformó en inmensas olas de energía, precipitándose hacia sus meridianos.
