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Mientras Yang Xiaotian observaba a Tian Hongji, Xi Yuandong y otros en la plataforma del presidente, una voz llena de intención asesina se elevó detrás de él:
—¡Niño, eres tú!
Yang Xiaotian miró hacia atrás y se asombró al ver que era Tian Renye, el hijo del General del Clan Demonio Celestial al que había bombardeado ayer.
Además de Tian Renye, también estaba el Maestro Joven de la Familia Hai al que había bombardeado ayer, así como He Fang, el hijo del Gran Anciano del Clan del Río de Tres Ojos.
Todos los que habían sido bombardeados por él ayer estaban presentes.
Sin embargo, a juzgar por sus posturas encorvadas, era evidente que sus estómagos aún no se habían recuperado.
Al ver que lo miraban con ojos que parecían querer devorar su carne, la expresión de Yang Xiaotian era tranquila:
—¿Ya se han curado los estómagos de todos?
