—Oh, ¿el Dios de la Medicina del Mil Budas ha perdido la apuesta? —exclamó Yang Xiaotian con asombro.
No solo el Camino de la Medicina del Dios de la Medicina del Mil Budas era extremadamente avanzado, sino que su Dao Marcial también era de primera. Aún así, había perdido.
—Sí —asintió el Ancestro Demonio Aniquilador del Cielo—. En cuanto a cómo perdió, es imposible investigar. Con el tiempo, nadie ha podido encontrar esa Espada Divina de los Mil Buda.
—Entonces, el cuento de la Espada Divina de los Mil Buda debe ser solo un rumor.
¿Un rumor?
Yang Xiaotian sabía que la Espada Divina de los Mil Buda estaba de hecho en la Ciudad del Emperador Marcial.
—Mi Señor, ¿desea usted entrar en la Ciudad del Emperador Marcial? —preguntó el Ancestro Demonio Aniquilador del Cielo—. Sin embargo, la Ciudad del Emperador Marcial solo está abierta un día cada año. Si mi señor desea entrar, tendrá que esperar otros tres meses.
—¿Abierta solo un día al año? —Yang Xiaotian se sorprendió.
