—Lo siento, señorita. No queríamos faltarle el respeto a Ben. Mi prometido es un hermano cercano de Ben, por eso habló con poca indulgencia. No lo tome en serio —Lana se disculpó apresuradamente con un tono arrepentido.
—Lana, vamos —Spurgeon, quien se sintió impotente en presencia de la señora árbitro, se dio la vuelta y comenzó a alejarse de la tienda de apuestas.
—Ben, lamento lo que pasó. Espero que ganes esta pelea y te vuelvas un hombre rico. Definitivamente vendré a presenciar la pelea. Buena suerte... —Lana habló con un gesto de mano mientras salía de la tienda.
Gordo agitó su mano para despedirse con una cara sonriente. No se tomó en serio lo que Spurgeon balbuceó.
—Esta chica de la Familia Mintleaf tiene un buen corazón. Realmente me pregunto cómo terminó con este basurero —La señora árbitro, que estaba al lado de Gordo, habló en un tono insatisfecho.
