—¿Qué están haciendo a esta hora? —preguntó Kent a Soya, quien se aferró a su lado.
—Ese es el carro de guerra. Lo estaban preparando para la guerra de mañana —respondió Soya con un tono pesado mientras desviaba la mirada del carro.
—¿Qué pasó? ¿Por qué te ves tan seria? —preguntó Kent con un tono cariñoso.
—¿Estás preocupada por algo? —preguntó Kent de nuevo mientras apoyaba su cabeza en su hombro.
—Mmm... Si algo te pasa de nuevo, no puedo soportarlo —respondió Soya con un tono titubeante mientras las lágrimas recorrían sus mejillas.
—No te preocupes. Ya me he ocupado de los arreglos de guerra. Esta vez, no necesitas preocuparte por mi seguridad —respondió Kent mientras la envolvía en sus brazos.
Soya inmediatamente se giró y lo abrazó con fuerza. Lentamente, levantó la cabeza para ver su rostro. Soya solo le dio una dulce sonrisa y movió su cabeza para besar sus labios de color rosa.