La noche era fresca y clara mientras Lambu se deslizaba sin esfuerzo por el cielo, llevando a Mohini en su espalda. Debajo de ellos, Kent y Sofía se apresuraban por la noche con gran velocidad.
Jabil seguía a Kent desde una larga distancia. Está felizmente masticando esa fruta plateada que le dio Kent.
—Maestro, esa serpiente es realmente sabia, al elegir al joven maestro Kent, cambió completamente su destino. Si se mantiene leal, algún día puede volverse tan fuerte como yo —comentó Lambu, su voz transmitiendo una sensación de admiración.
Mohini asintió en acuerdo, sus ojos nunca dejaban de mirar la forma brillante de Jabil en la distancia. —En efecto, esa débil serpiente pertenece a la raza de las Nagin de siete cabezas. Si se mantiene fiel al joven maestro Kent, puede alcanzar el rango máximo de una bestia serpiente de siete cabezas algún día.