El Sol Guardián despertó en el horizonte, tiñendo el cielo de un color naranja agradable. Los rayos relucientes caían sobre el agua tranquila del estanque, creando un efecto tranquilizador.
Mohini mira fijamente a Kent, sentado en silencio, desprovisto de todas las preocupaciones del mundo real. Lambu, que estaba sentado en una postura de dormir bajo el peñasco, miraba a Kent con una mirada perezosa.
No hay palabras que hablar, ya que ambos lo esperaban a Kent con una mirada silenciosa. El Kirin de Fuego, que había estado sentado a un lado durante los últimos dos días, se puso al lado de Mohini.
El Kirin de Fuego lamía felizmente los dedos de Mohini, quien le alimentaba con fuego de hueso.
Dentro de la mente subconsciente de Kent, imágenes de cientos de cadenas de viento se formaron, pintando su visión de color blanco y negro.
