En la sala de administración de la Arena, el ambiente estaba lleno de vida y celebración. Kent, Gordo, Mei Bai y otros estaban sentados alrededor de una gran mesa redonda cubierta con finos manteles y adornada con exquisitas botellas de vino.
La habitación estaba cálida con el brillo de varios candelabros, cuya luz lanzaba un tono dorado sobre el grupo reunido. Las tres novias de Kent, Sofía, Lucy y Amelia, estaban sentadas al lado de Kent.
Junto a Gordo, sus padres, Liam y Noma, lucían sonrisas radiantes, sus ojos brillaban de felicidad por el reciente éxito de su hijo. La risa robusta de Liam y la mirada suave y afectuosa de Noma añadían calidez a la ocasión. Estaban vestidos con sus mejores ropas, reflejando la importancia de este momento trascendental.
Hasta que Liam vio a su hijo recibir las miles de piedras espirituales, no creyó que su hijo se había convertido en alguien importante en la capital. La sorpresa y la alegría eran evidentes en su rostro.
