La reina tardó mucho en aceptar el hecho de que su hijo había perdido la memoria. Hasta ahora, su hijo, que es un heredero, puede defenderse fácilmente del clan del Pájaro Bermellón. Pero ahora, su mente comenzó a acelerarse con pensamientos para encontrar una solución al ataque del clan del Pájaro Bermellón.
—Todas nuestras fuerzas están atascadas en la guerra con el clan de la Roca Dorada. Aunque todas las mujeres están aquí para defender los terrenos del clan, no serán rival para el clan del Pájaro Bermellón. Señor Fénix, ¿qué debo hacer? —La reina habló con un tono de oración y los puños apretados.
—Madre, ¿por qué no llevas al Príncipe Eric otra vez ante el Señor Fénix? Solo las bendiciones del Señor Fénix podrán salvarnos —Soya pronunció mientras miraba fijamente el rostro de la Reina.