En la Arena, Fatty Ben se giró apresuradamente para ver a Larry, quien lo saludó con una sonrisa.
—Pareces estar buscando algo. ¿Qué es? —preguntó Larry con una mirada inquisitiva.
—Estoy buscando un oponente para arreglar una pelea con mi maestro —respondió Fatty mientras caminaba hacia el ring de combate.
—¿Qué?! ¿Tienes un maestro? —preguntó Larry en tono sorprendido.
—Quiero decir, el joven maestro Kent, quien me ayudó a alcanzar el rango uno como apostador. Lo llamo Maestro por respeto. Es una buena persona con fuerza extraordinaria —respondió Fatty con una sonrisa orgullosa.
Tras escuchar el nombre de Kent, las cejas de Larry se fruncieron. Pronto, su ceño se transformó en una sonrisa al ver a Fatty buscando un oponente contra Kent. «Finalmente, es hora de tender una trampa» —pensó Larry con una sonrisa malvada.
—Ben, ¿por casualidad Kent es un luchador privilegiado para ti? —preguntó Larry, poniendo una cara dudosa. En realidad, ya conocía la respuesta a esa pregunta.