—Papá, ¡por favor sálvalos, ahora! —La inocente voz se oyó de nuevo.
La gente instintivamente giró sus cabezas para mirar. Vieron a Mengmeng quien estaba en el abrazo de Ye Chen agarrar firmemente la esquina de la camisa de Ye Chen mientras suplicaba. Sus largas pestañas no podían dejar de parpadear.
Esta niña era bastante linda. Es una lástima que pronto terminaría siendo comida de los zombis.
Tang Ning sacudió la cabeza secretamente.
Shen Jing forzó una sonrisa, estaba ansioso por darse una bofetada.
—¡Lo maldije! —Estaba bromeando con la pequeña Mengmeng antes de entrar y le preguntó si le daban miedo los zombis. La pequeñita dijo que no y hasta dijo que su papá la protegería. Jamás habían esperado que realmente habría un zombi aquí.
Ye Chen lentamente dejó a Mengmeng en el suelo y le acarició la cabeza. Sonrió y dijo, —De acuerdo, papá los salvará.
—¿Salvarnos? ¿Estás loco? —Tang Ning se burló por instinto. Sin embargo, se tragó rápidamente sus siguientes palabras.