—Era Yang Tian llamando.
—Llamó para decir que había pensado bien las cosas, por lo que trabajaría en la empresa de Ye Chen y enviaría a su hijo Yang Hao con sus padres.
—A través del teléfono, Ye Chen podía sentir su espíritu y vitalidad. Para su gran alegría, le pidieron que comenzara a trabajar al día siguiente.
—Incluso consiguió para Yang Tian un Bentley.
…
—Unos días después, comenzaban las vacaciones de verano de Mengmeng.
—Ye Chen pasó a propósito por la residencia Gu y consiguió que Gu Shaokun trajera el Lamborghini que le habían dado.
—Justo cuando iba a llevar a Mengmeng a dar una vuelta con el coche, Yang Tian llamó:
—Yezi, más o menos ya me he familiarizado con el negocio de la empresa, pero necesito personal. Ah, por cierto, ¿recuerdas a Zhou Zheng?
—¿Zhou Zheng? —Ye Chen se quedó atónito al principio. Le sonaba el nombre, pero en ese momento no podía recordar quién era.