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Shi Hao ahora era cada vez más hábil en controlar la Fuerza del Alma. Si hubiera sido en el pasado, no hubiera podido controlar con precisión la dirección de los ataques elementales, pero ahora era pan comido.
Por un lado, se debía a su alta aptitud; por otro lado, era la experiencia de Yuan Chengmie—después de todo, ¡él era un Todopoderoso capaz de construir la Escalera de Construcción Celestial!
Zzt, brillante rayo blanco surgió, parpadeando sin piedad.
Crack, crack, crack, los discípulos de la Secta Kuangsha que se acercaron corriendo no fueron la excepción, todos cayendo mientras temblaban violentamente.
Al ver esto, el gran perro amarillo cargó hacia adelante.
La oportunidad no llama dos veces a la puerta.
Instántaneamente, los discípulos gritaron miserablemente, cada uno siendo ferozmente mordido por el gran perro amarillo, con los pantalones rasgados y los traseros expuestos, pieles rotas.
Sss, ¡qué perro tan feroz y despreciable!
