Mientras caminaba, Han Dong reflexionaba en su mente.
—¿Quién es exactamente Shi Hao?
Incluso Han Feihuo, el nieto más consentido por el anciano, no recibió tal trato.
Una idea lo golpeó, si su abuelo valoraba tanto a Shi Hao, ¿no elevaría su propio estatus en el corazón de Han Liren si establecía una buena relación con Shi Hao?
De hecho.
Con ese pensamiento, todas sus quejas desaparecieron.
Su talento en las artes marciales era deficiente, y por lo tanto, dentro de la tercera generación de la Familia Han, no era el Hijo Orgulloso del Cielo, ni favorecido por Han Liren. Sin embargo, podría darse la vuelta a través de su acercamiento indirecto a Shi Hao.
Han Dong nunca había escuchado a su abuelo hablar así antes; ver a Shi Hao y tratarlo de la misma manera que él, ¿qué gran confianza e importancia era esta?
De cualquier manera, había tomado la decisión de pegarse a Shi Hao.
