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Me robaré al villano de una novela BL para que mi hermano no muera

YulisaRodriguez
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Synopsis
Sacha, buscando una lectura emocionante, se topa con "Emperador, ¿por qué mataste a mi hermano?", una novela BL donde el emperador, obsesionado con Leo, lo mata accidentalmente al proteger a su hermana adoptiva. Al terminar la novela, Sacha se ve transportada al mundo ficticio, convirtiéndose en la hermana adoptiva de Leo. Ahora, con el conocimiento del futuro, debe proteger a su hermano del emperador, un hombre que, aunque lo amaba, lo mató por un error trágico. Sacha se enfrenta a un dilema: ¿puede cambiar el destino de Leo sin sacrificar su propia felicidad? ¿O se verá atrapada en un romance peligroso con el emperador, un hombre que, a pesar de su amor, es capaz de cometer actos terribles?
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Chapter 1 - El último libro que leeré

Sacha llevaba horas buscando algo interesante para leer. Su cuarto estaba lleno de libros y su tablet estaba saturada de novelas descargadas. Nada parecía satisfacerla últimamente. Las historias de romance eran demasiado predecibles, las de fantasía repetían los mismos clichés, y las de acción rara vez ofrecían algo innovador.

Con un suspiro frustrado, deslizó su dedo por la pantalla una última vez antes de rendirse. Entonces, algo llamó su atención. Un título peculiar destacaba en la lista de recomendaciones: "Emperador, ¿por qué mataste a mi hermano?".

Un BL trágico? —murmuró, arqueando una ceja. No solía leer historias de este género, pero algo en la sinopsis la intrigó. "Un emperador tirano, un joven duque atrapado en su obsesión y una hermana que paga el precio...". Decidió darle una oportunidad.

Desde la primera página, quedó enganchada.

 

El reino de Darteyu estaba al borde del caos bajo el mando de un emperador cruel y despiadado. Sin embargo, todo cambió el día en que un joven duque llamado Leo, de la prestigiosa familia Lin, salvó al emperador de unos bandidos en un incidente inesperado. A partir de ese momento, el emperador comenzó a obsesionarse con él.

Leo era amable, pero distante. Su corazón pertenecía a un amor de la infancia: su hermana adoptiva, Sacha Lin. Aunque ella lo veía como un hermano, Leo albergaba sentimientos más profundos. Este hecho no pasó desapercibido para el emperador, quien, consumido por los celos, elaboró un plan para deshacerse de la joven.

Cuando Sacha llegó al palacio por orden del emperador, fue recibida con palabras venenosas y amenazas. La crueldad de aquel hombre la dejó vulnerable y temerosa. Mientras tanto, Leo, al enterarse de que su hermana estaba en peligro, corrió desesperadamente para salvarla.

La escena final fue devastadora. Leo se interpuso entre su hermana y el emperador justo cuando este último alzaba la daga. El filo atravesó el pecho de Leo, quien cayó al suelo mortalmente herido. Entre lágrimas y gritos desgarradores, confesó su amor por su hermana antes de morir en sus brazos.

Sacha, destrozada, miró al emperador con un odio tan profundo que este quedó paralizado. Su culpa lo consumió al punto de querer acabar con su propia vida, pero Sacha, entre lágrimas y rabia, rogó al cielo por una segunda oportunidad para proteger a su hermano.

Así terminaba la novela.

 

Sacha dejó la tablet con un fuerte golpe sobre la cama. Tenía el corazón acelerado, los ojos vidriosos y una mezcla de emociones que la abrumaban.

—¡Qué historia más trágica! —exclamó, aún conmovida—. Si yo fuera esa Sacha, jamás permitiría que el emperador se enamorara de Leo. Lo protegería con todo mi ser.

En ese instante, una luz cegadora llenó su habitación. Sacha apenas tuvo tiempo de cubrirse los ojos antes de sentir cómo el suelo desaparecía bajo sus pies. Cuando abrió los ojos de nuevo, no estaba en su cuarto.

Estaba en un lujoso dormitorio decorado con cortinas de terciopelo y muebles de madera finamente tallados. Se levantó tambaleante, confundida. Al mirarse en un espejo cercano, se quedó sin aliento.

—¿Qué... qué es esto? —tocó su rostro, el cual ahora no era el suyo, sino el de una joven de cabello largo rojiso, con rasgos delicados y elegantes. Lo reconoció de inmediato.

—Soy... ¡Sacha Lin! —exclamó, llevándose las manos a la boca. La revelación la golpeó como un rayo. De alguna manera, había sido transportada al mundo de la novela que acababa de leer.

Antes de que pudiera procesar lo que sucedía, la puerta del dormitorio se abrió de golpe. Un joven de cabello castaño   y ojos cafe entró apresuradamente.

—¡Hermana! —exclamó Leo, con una sonrisa radiante que llenaba el rostro del mismo protagonista de la historia.

                         

Sacha sintió un nudo en la garganta al verlo. Su misión ahora era clara. Haría todo lo posible para proteger a su hermano, incluso si eso significaba enfrentarse al emperador.

—Leo... —susurró, mientras la determinación ardía en su interior—. Esta vez no dejaré que nada te pase.