Ellian abrió los ojos lentamente, sintiendo la luz del amanecer colarse por las cortinas. Había algo extraño. Su cuerpo se sentía más ligero, como si algo hubiera cambiado durante la noche. Se llevó una mano al rostro y sintió algo diferente: su cabello era más largo, sedoso y… ¿más fino?
Con el corazón acelerado, se levantó de la cama y se dirigió tambaleándose hacia el espejo. Cuando sus ojos se encontraron con su reflejo, su respiración se detuvo. Lo que vio lo dejó sin palabras: su cabello plateado había crecido hasta caer en suaves ondas por su espalda, sus rasgos faciales eran más delicados, sus mejillas ligeramente sonrojadas y sus ojos brillaban con una intensidad etérea. Parecía… otra persona. Parecía una niña.
—¿Qué… qué es esto? —murmuró, su voz más suave de lo habitual. El sonido lo sobresaltó aún más.
Antes de que pudiera procesar lo que estaba pasando, el familiar brillo del sistema apareció frente a él. Las letras flotaban en el aire con su habitual indiferencia.
—[SISTEMA] Evento activado: "Forma Adaptativa". Cambio temporal detectado. Duración estimada: 72 horas. Motivo: Anomalía en el linaje Vicentino.
Ellian apretó los dientes, leyendo las palabras con incredulidad.
—¿Forma Adaptativa? ¿Por qué ahora? —susurró, frustrado. Trató de tocar la pantalla, pero como siempre, sus manos pasaron a través de ella.
El sistema respondió, como si escuchara su confusión.
—[SISTEMA] La habilidad "Forma Adaptativa" permite al anfitrión modificar su constitución física bajo ciertas condiciones emocionales o mágicas. Este estado no afecta las capacidades cognitivas del anfitrión. Duración: Temporal.
cerró los ojos, intentando calmarse. "Genial, ahora soy una niña por tres días.
intentando calmarse mientras respiraba profundamente. Pero antes de que pudiera pensar en una solución, escuchó pasos apresurados acercándose por el pasillo. La puerta se abrió de golpe, revelando a Rose, seguida de Adam y Noah. Los tres tenían expresiones de preocupación.
Rose se detuvo en seco al ver a Ellian, su cabello largo y plateado brillando con la luz que entraba por la ventana. Su rostro, normalmente sereno, mostró un destello de comprensión inmediata. Con un suspiro, se acercó y envolvió a Ellian en un abrazo protector.
—Ellian, está bien —dijo con voz suave mientras acariciaba su cabello—. Esto es completamente normal para alguien con nuestro linaje.
Ellian, aún confundido, alzó la mirada hacia su madre. Sus ojos brillaban con una mezcla de confusión y curiosidad.
—¿Linaje? ¿Qué está pasando? ¿Por qué me veo así? —preguntó, su voz más aguda reflejando su estado emocional.
Rose miró a Adam, quien asintió con seriedad antes de acercarse. Colocó una mano reconfortante en el hombro de Ellian, su mirada carmesí firme pero llena de calma.
—Esto es parte de tu herencia, Ellian. Tu madre proviene del linaje Vicentino, una familia con una conexión única con la magia —explicó Adam
— Una de sus características es la capacidad de cambio. Tu cuerpo puede adaptarse y transformarse según ciertas circunstancias.
Ellian parpadeó lentamente, tratando de procesar lo que acababa de escuchar.
—¿Entonces… esto es normal? ¿Sabían que esto pasaría? —preguntó, alternando su mirada entre Adam y Rose.
Rose asintió, su expresión llena de comprensión.
—Sí, lo sabíamos. Pero no sabíamos cuándo se manifestaría —respondió con sinceridad—. En algunos miembros de nuestra familia, esta habilidad nunca despierta. En otros, como en mi caso, se activa en momentos específicos. Lo que te está pasando no es algo de lo que debas avergonzarte o temer. Es una parte de quién eres.
Ellian llevó sus manos a su cabello, aún tratando de asimilar todo. Miró a Noah, quien había permanecido en silencio pero observaba con atención.
—¿Y Noah lo sabía? —preguntó finalmente, sintiendo la necesidad de saber cuánto se le había ocultado.
Noah dio un paso adelante, asintiendo con seriedad.
—Padre me lo explicó hace tiempo, cuando empecé a entrenar. Quería que estuviera preparado para cualquier cosa que pudiera pasarte —dijo con calma—. Pero no te preocupes, esto no cambia nada. Sigues siendo mi hermano, sin importar cómo te veas.
Las palabras de Noah aliviaron ligeramente a Ellian, pero había algo que aún lo inquietaba. Miró a Adam, su voz temblorosa.
—¿Por qué nunca me lo dijeron?
Adam suspiró, cruzándose de brazos mientras inclinaba ligeramente la cabeza hacia su hijo.
—Porque queríamos que tuvieras una infancia libre de preocupaciones innecesarias. Este linaje puede ser una bendición, pero también puede ser una carga si no se maneja con cuidado. Queríamos que vivieras sin miedo, sin preocuparte por algo que tal vez nunca hubiera sucedido.
Rose colocó una mano suave en el rostro de Ellian, inclinándose para mirarlo directamente a los ojos.
—Lamento si esto te tomó por sorpresa, Ellian. Pero ahora que ha sucedido, estoy aquí para ayudarte a entenderlo. Nunca estarás solo en esto.
Ellian asintió lentamente, sintiendo el calor del apoyo de su familia. Aunque sabía todo sobre el linaje Vicentino gracias al sistema, actuó sorprendido ante sus padres y hermano. La transformación lo había tomado por sorpresa, y la idea de convertirse en una niña, aunque temporal, era algo que nunca habría imaginado.
Miró a Rose, luego a Adam, y finalmente a Noah. Aunque aún sentía incertidumbre, había algo en su mirada que mostraba una resolución creciente.
—Gracias —murmuró con sinceridad—. Haré lo mejor que pueda para… aceptarlo.
Rose sonrió y lo abrazó con fuerza, mientras Adam y Noah observaban con orgullo. Aunque la situación era inesperada, la familia estaba unida
Mientras tanto, en el fondo de su mente, el sistema proyectaba un mensaje.
[SISTEMA] Misión secundaria completada: Gana la aceptación de tu familia durante la transición. Recompensa: Resistencia emocional aumentada.
Ellian cerró los ojos, dejando escapar un suspiro.
Pero antes de que pudiera procesar el extraño alivio que sentía, su madre, Rose, dio un paso adelante, con los ojos llenos de una mezcla de emoción y asombro.
—¡Mi pequeño Ellian! —exclamó, su voz quebrándose ligeramente mientras se acercaba y lo envolvía en un cálido abrazo—. Eres… eres tan hermoso. Como si toda la genetica de tu padre estuviera brillando en ti.
Adam, que observaba desde un lado, soltó un suspiro y cruzó los brazos, acostumbrado a la pasión de su esposa.
Rose, con lágrimas de felicidad en los ojos, se apartó ligeramente para mirarlo mejor. Su mano acarició el rostro ahora más delicado de Ellian, y una sonrisa radiante iluminó su rostro.
—¡Es un momento único! Adam, cariño, por favor… haz aparecer el armario. Sabes cuál, el que preparé para esta ocasión —dijo Rose, girándose hacia su esposo, que frunció el ceño levemente.
—¿El armario? —preguntó Adam, aunque ya sabía a cuál se refería. antes de levantar una mano, murmurando unas palabras mágicas. Un destello dorado iluminó la habitación, y frente a ellos apareció un armario elegantemente tallado con detalles dorados y plateados, que Rose había guardado con esmero desde hacía años.
Rose corrió hacia él con una energía que parecía impropia de una dama noble y abrió las puertas con un movimiento teatral. Ellian parpadeó, asombrado y horrorizado a partes iguales, al ver el contenido del armario. Dentro había una colección de vestidos exquisitos de todos los colores, lazos intrincadamente decorados y zapatos que parecían sacados de un cuento de hadas.
—¡Es perfecto! —exclamó Rose mientras sacaba un vestido lavanda con detalles de encaje y unos zapatos blancos con pequeñas mariposas doradas.
Ellian levantó una mano, intentando detenerla.
—Madre, espera, creo que esto es un poco… —comenzó, pero Rose ya estaba colocando el vestido frente a él, evaluando cómo le quedaría.
—No, no, no te preocupes, cariño. Esto es para ti. Te verás precioso —dijo, ignorando por completo sus protestas.
Noah, que había permanecido en silencio hasta ese momento, se cruzó de brazos y observó con una mezcla de diversión y confusión.
—¿Madre, esto es realmente necesario?
—¡Por supuesto que sí, Noah! —respondió Rose, girándose hacia él con una mirada intensa—. Esto es un momento único. Tenemos que aprovecharlo.
Ellian dejó escapar un gemido de resignación mientras Rose comenzaba a peinar su cabello, colocándole lazos y ajustando el vestido con precisión. Cuando terminó, se apartó para admirarlo, llevando una mano a su pecho como si estuviera viendo una obra maestra.
—¡Es perfecto! —dijo, con lágrimas en los ojos
—Eres tan hermoso, Ellian. Como una muñeca viviente.
Ellian, ahora completamente vestido, se miró en el espejo y dejó escapar un suspiro profundo.
—Esto es temporal, ¿verdad? —preguntó, mirando a su madre con una mezcla de desesperación y esperanza.
Rose asintió con entusiasmo.
—Sí, cariño. Pero incluso si no lo fuera, siempre serás perfecto para mí.
Adam, que había estado observando en silencio, se acercó y colocó una mano en el hombro de Ellian.
—Tres días, Ellian. Solo tres días. Puedes sobrevivir —dijo, su tono seco pero con un leve destello de humor en sus ojos carmesí.
Ellian soltó un suspiro derrotado.
—Tres días. Genial. Pero no te acostumbres, madre —dijo, mirando a Rose, que simplemente sonrió con orgullo.
—Nunca podría acostumbrarme, porque cada versión de ti es única y especial —respondió ella, abrazándolo nuevamente.
Noah dejó escapar una risa suave, pero rápidamente la disimuló al ver la mirada fulminante de Ellian.
En el fondo de su mente, el sistema proyectó otro mensaje.
[SISTEMA] Misión secundaria completada: Permite a tu familia disfrutar del evento. Recompensa: +5 puntos de paciencia.
Ellian cerró los ojos, dejando que la resignación lo envolviera. "Tres días", se recordó a sí mismo. "Solo tengo que sobrevivir tres días."