Luna es una Elfa oscura que vive en un pequeño pueblo. Ella es huérfana y ha estado viviendo de trabajar en el pueblo: Lavando, limpiando y haciendo tareas del hogar.
En el pueblo, cuando todos los elfos que cumplen 165 años son llevados hacia los ancianos del pueblo. Allí los ancianos ayudarán a los jóvenes a formar un núcleo de maná.
Luna había crecido y se había convertido en una rara belleza en el pueblo. Había cumplido los 165 años hace unos días. Su estatura 161 cm y probablemente no crecería más, ya que cumplió hace unos días la mayoría de edad. Sus pechos habían crecido hasta alcanzar los 104 cm. Su trasero se había vuelto grande y firme. No tenía exceso de grasa y tenía un cuerpo ligeramente tonificado. Su piel oscura. Sus ojos son de color azul y su cabello es de un color púrpura.
El día transcurrió tranquilamente y ya era de noche cuando había terminado de formar su núcleo de maná con la ayuda de los ancianos.
La mayoría de los jóvenes elfos se encontraban meditando y concentrándose en formar su núcleo.
Pero entre algunos de los elfos que se encontraban meditando, se podía notar una leve sonrisa en sus rostros. Ya la mayoría de ellos habían logrado por fin formar su núcleo de maná en su primer día, pero aún no despertaban de su meditación. Ya que en esta noche era una rara oportunidad para subir de nivel, ya que el ambiente estaba lleno de maná. Y todo esto fue gracias a los cristales de maná que habían sacado los ancianos para ayudar a los jóvenes a construir su núcleo de maná.
Todos se encontraban concentrado cuando todos los que se encontraban en meditación abrieron los ojos de golpe cuando oyeron gritos de los guardias de la aldea.
Al oír los gritos, todo en el pueblo se despertaron. Los aldeanos tomaron todas las armas que pudieron encontrar. El resto de los guardias y los hechiceros del pueblo también despertaron y se prepararon para luchar.
La noticia sobre el ataque de los Humanos se extendió rápidamente.
Todos los elfos oscuros y así como la mayoría de los semi-humanos desprecian a los humanos. No tienen cuerpos fuertes y no están dotados con una gran cantidad de maná.
Luna, que acababa de despertar de su meditación, entro en pánico como la mayoría de los jóvenes, ya que no todos habían logrado formar su núcleo de maná y la minoría había logrado formar su núcleo. No estaban capacitados para luchar.
Luna corrió juntos a los demás jóvenes y niños del pueblo hacia las profundidades del bosque para poder escapar de los humanos.
En el camino, la mayoría se separaron y mientras más se adentraban a las profundidades del bosque, se podía escuchar pequeños gruñidos a los alrededores.
Luna estaba centrada en huir de la amenaza de los humanos, que no se percató de los pequeños gruñidos que se escuchaban a su alrededor.
Luna se encontraban apoyada en un árbol, suspirando, olvidada de haber logrado escapar del peligro, sin saber que se avecinaba un destino peor que la muerte.
Cuando pensó que había logrado escapar del peligro, había logrado toparse con algo peor: Goblins.
Luna se asustó cuando escucho unos pequeños pasos y gruñidos a su alrededor. Eran tres pequeños y horribles goblins.
Nunca antes se había enfrentado a ningún tipo de monstruo.
Luna aunque nunca antes había luchado, no era tonta y sabia que no tenía otra opción que luchar, así que saco una pequeña daga de su cintura y se abalanzó hacia unos de ellos mientras gritaba: "Mueran pequeños bastardos."
Luna clavó su pequeña daga a unos de los goblin que se había acerado lo suficiente. Pero pronto fue asediada por los otros dos goblins. No podía luchar contra dos a la vez y fue derribada y la pequeña daga le fue quitada de sus manos mientras le mordían la muñeca.
Los Goblin la arrastraron y la golpearon para debilitar su resistencia.
Dentro de la cueva de los goblin, algunos goblins fueron a descuartizar a los muertos. Entre los muertos se encontraban cuerpos de algunos Humanos y la mayoría eran de elfos oscuros. El resto de los goblins ataron a las mujeres a las paredes o postes para evitar que escaparan.
Todas las mujeres eran humanas, a excepción de Luna, que era una elfa oscura.
Los goblin empezaron a arrancarles las ropas. Todas sabían lo que se avecinaba.
Uno de los goblin se lanzó hacia Luna, mientras que ella gritaba:
"¡No! ¡Quitate de encima criatura inferior!"
Le habían desgarrado la ropa. Poco después, el Goblin la había penetrado salvajemente.
Las otras mujeres habían sufrido el mismo trato.
Todas ellas se encontraban desesperadas por el futuro que se avecina y las más valientes se mordieron la lengua para poner fin a su sufrimiento.