Más allá de las montañas del colmillo, en las vastas tierras de marmacas un joven aventurero se adentro a aquella tierra prohibida, una la cual no el mas valiente se atrevía a ir más allá, las historias de enormes criatura aladas que respiraban fuego eran al sensación en su época, para ser más precisos la época hemilpa, después de luchar contra todo tipo de monstruos el ejército del rey soreto keska, logro acabar con las infernales criaturas del bosque pero no imagino desenterrar algo peor, los Dragones enormes bestias parecidas a reptiles, con enormes alas, y escama más duras que el hierro puro, eran indestructible para ellos, con una sola llamarada de un solo dragón eran eliminadas tropas enteras de ejércitos como hormigas, parecía que el final de la avaricia y codicia del ser humano estaba por acabar con Su especie, o almenos eso creían, el recuerda aver escuchado como repentinamente los dragones empezaron a morir, ya no eran invencibles gracias al poder que los humanos habían encontrado la Magia, un poder que despertaba potencial en cualquier ser humano si lo lograba despertar, la caída de los dragones fue inmenente, poco a poco la enorme cantidad de bestias aladas fue decayendo al punto que los últimos huyeron más allá de las grandes montañas del continente, tomaron tierras que eran de humanos arrasando lo todo y procamandolo como suyo, Jamas fueron vueltos aver después de que los magos más poderosos del rey decidieron matar por completo su especie pero de aquel viaje solo regresaron menos de una docena, pero habían cumplido afirmaron aver erradicado por completo alos dragones menos al rey dragón, quien a pesar de su edad se relato que logró acabar con la mayoría de los magos, pero para ellos eso era la victoria, el enorme dragón anciano pronto moriría de vejez o de soledad, habían erradicado ala especie más peligrosa de Alvernia había visto.
— Ja, eso creen ellos — se dijo así mismo mientras cerraba el libro viejo en sus manos.
El recordaba aver visto un dragón de niño, recuerda bien su belleza y majestuosidad, era la criatura más bella de todas, creía que los fénix y grifos eran las bestias mas hermosas pero todo cambio al ver, sus hermosas escamas plateadas, con ojos dorados era esbelto y elegante. Jamás olvidaría aquello tan hermoso que presenció.se levantó para recoger sus pertenencias y avanzar, sea como sea lo encontraría, se adentro alas colinas cercanas, miro asu alrededor notanto que había atravesado la montaña colmillos, estaba cerca, no sabía que tan grande era marmacas, jamás había sido explorado, por las supuestas maldiciones por los dragones, por supuesto para el era toda mentira se había adentrado a la region hace tres meses, no encontró nada fuera de lo común, vio ciertas criaturas mágicas que solo había visto en libros, eran fascinantes.
— Otro valle....— dijo.
Miro hacia arriba notando como el cielo se oscurecía, enormes nubes negras de tormenta eran visibles en el cielo.
— Será mejor que encuentre refugio —.camino buscando alguna señal de una cueva, se empezó a preocupar al notar como la lluvia y los relámpagos se empezaron a oír, corrió adentrándose al bosque de Mardo, se estaba empapando, no lo podía permitir su comida se es haría a perder.
Sus ojos se iluminaron al notar una grieta en una montaña, sin pensarlo se adentro.
— Si, lo logré — dijo mientras se quita su ropa superior y su equipaje.
Lo Coloca abajo sacando un par de cuerdas además de ramas, y un libro. Sin perder tiempo apial un par de ramas, tomado un par de piedras cercas, chocadolas consecutivamente hasta crear una pequeña chispa que elogra encender una fogata, sin prisa tomo las cuerdas atandolas a las rocas para tender su ropa.
Suspiro agobiado, no imagino encontrar una cueva pequeña, pero era mejor que nada. Pensó al escuchar un fuerte extruendo del exterior. Si definitivamente era mejor que pasar la tormenta afuera.
Tomo el libro que había sacado para leerlo, lo miro un momento leyendo el título.
—Arte de la cultivación — suspiro — Paso 1 la concentración — dijo para cruzar sus piernas y ponerse recto intentando seguir los pasos del libro.
— paso 2 absorber energía del exterior y transformarla en mana —.
Por ahora lo estaba logrando, sonrió inconsistencientemente, ya sabía lo básico de la cultivación, pero no sabía nada sobre la magia en si, no solia prestar mucha atención a ello, ya que nunca espero despertar como un magnífico y menos tipo fuego.
Se recostaba en la pared pensando que hacer para mañana, o que hacer en si, no tenía a donde ir, no tenía a una verdadera familia ala cual volver. Quedo pensando aquello hasta que lentamente cerro sus ojos con cansancio este había sido un día largo.
— mañana seguiré — dijo mientras se acurrucaba en el suelo frío de la cueva, mientras intentaba dormir tomando con sus manos el colgante que llevaba en su cuello.
No obstante no sé percató de la presencia que lo observaba desde ma oscuridad, unos ojos rojos, pero no Eran dos, no.... Eran varios, los ojos brillantes de observaron esperando la respuesta del líder el cual permaneció callado .
— Informarle al rey — dijo uno de ellos.
— también sobre eso ....— pregunto señalando algo del joven aventurero.
El otro lo observó por un momento antes de asentir y perderse en la oscuridad..