..El silencio que siguió a la actuación de Kayn fue ensordecedor. La multitud, aún aturdida por la perfección de su rutina, permaneció en un estado de asombro. Los jueces, con expresiones inexpresivas, se concentraban en sus anotaciones, mientras que los demás patinadores, con una mezcla de admiración y temor, se preparaban para sus propias actuaciones. Pasaron los minutos y ya era la hora de regresar a la pista, cada participante volvia a la pista con ideas en mente y su espiritu renovado. Finalmente, tras una breve espera ya comienza la segunda ronda de la clasificacion masculina Hablo el comentarista principal con animo y curioso por saber que depara esta ronda tanto para el como para los espectadores en las gradas."Espera... yo soy o no veo a Kayn por ningun lado?" hablo el acompañante del comentarista con un tono que denotaba preocupacion."que?... espera, es cierto, no esta en la pista. Le habra pasado algo? ah... no, alli esta sentado" Hablo el comentarista principal a su microfono, captando la atencion del publico, jovenes, adultos y fans al escuchar eso dirigieron su mirada hacia donde estaba viendo el comentarista. Alli se veia a Kayn, sentado tranquilamente mientras observaba en silencio a los competidores en la pista de hielo.Sin aparente intencion de moverse, con su rostro bajo la mascara les era imposible saber sus intenciones, pero algo era claro para todos los presentes y aquellos que observaban la transmision. El hecho de que no iba a participar en la ultima ronda. En un rincón apartado, Alexandra, Anna y Kamila observaban a Kayn, quien permanecía sentado, con una expresión impasible bajo su máscara. Eteri Tutberidze, con una mezcla de orgullo y preocupación, se acercó al trío. "¿Qué opinan?", preguntó, su voz apenas un susurro en medio del bullicio. Alexandra, con su mirada fría y penetrante, respondió: "Es un genio, Eteri. Pero también es arrogante. No participar en la segunda ronda... es una falta de respeto a la competencia". Anna, con una mirada curiosa y alegre, replicó: "¡jajaj, esa actitud hace honor a su reputacion de hombre misterioso!". Kamila, con su mirada tranquila pero penetrante, añadió: "Es un enigma. No entiendo sus motivos. Pero estoy segura de que tiene sus razones". Eteri, con una sonrisa enigmática, respondió: "La arrogancia puede ser una máscara, chicas. Pero detrás de ella, siempre hay algo más. Tal vez, Kayn simplemente ha decidido que ya ha demostrado su valía". En ese momento, el presentador tras reponerse de su sorpresa siguio anunciando el comienzo de la segunda ronda. Los patinadores, con una mezcla de nervios y determinación, se prepararon para dar lo mejor de sí. La ausencia de Kayn en la segunda ronda había generado una ola de especulaciones, y los demás competidores, decididos a aprovechar la oportunidad, se lanzaron a la pista con una energía renovada. Los patinadores estadounidenses, impulsados por una mezcla de admiración y rivalidad, se esforzaron al máximo. Nathan Chen, con su técnica impecable y su estilo preciso, ejecutó una serie de saltos cuádruples con una precisión asombrosa. Jason Brown, con su elegancia y su fluidez, deslumbró al público con sus giros y sus movimientos artísticos. Los patinadores japoneses, con su pasión y su precisión, también dieron lo mejor de sí. Yuzuru Hanyu, con su estilo único y su capacidad para conectar con el público, conmovió a la audiencia con su rutina emotiva. Shoma Uno, con su técnica impecable y su potencia, deslumbró con sus saltos y sus giros. Los patinadores franceses, con su elegancia y su estilo, también se destacaron. Adam Siao, con su energía y su precisión, ejecutó una serie de saltos cuádruples con una precisión asombrosa. Gabriella Papadakis, con su estilo elegante y su fluidez, deslumbró al público con sus giros y sus movimientos artísticos. Mientras los patinadores se deslizaban sobre el hielo, con una mezcla de nervios y determinación, Kayn observaba desde su asiento, con una expresión impasible bajo su máscara. Él estaba rodeado por Alexandra, Anna y Kamila, quienes estaban ansiosas por conocer sus pensamientos. "¿Por qué no participaste en la segunda ronda, Kayn?", preguntó Alexandra, con su mirada fría y penetrante. Kayn, con un suspiro inaudible, respondió: "Porque ya he demostrado mi valía. No necesito más pruebas". "¿Pero no quieres ganar?", preguntó Anna, con su energía contagiosa. Kayn, con una sonrisa leve bajo su máscara, respondió: "Ganar no es mi objetivo. Mi objetivo es superar mis propios límites. Y eso ya lo he hecho". "¿Entonces, qué haras ahora?", preguntó Kamila, con su mirada tranquila pero penetrante. Kayn, con una mirada profunda, respondió: "Ahora, observare. Vere quién tiene la fuerza para llegar a la cima". Las tres patinadoras rusas se quedaron en silencio por un momento, reflexionando sobre las palabras de Kayn. Ellas sabían que él tenía razón. La competencia había dado un giro inesperado, y ahora, el resto de los patinadores extranjeros tenían que dar lo mejor de sí para alcanzar la victoria. El campeonato continuó, y los patinadores dieron lo mejor de sí. La ausencia de Kayn había generado una ola de especulaciones, y los demás competidores, decididos a aprovechar la oportunidad, se lanzaron a la pista con una energía renovada. El resultado final, sin embargo, quedaría suspendido en el aire hasta después de la competencia masculina. ...---------------------