Escena 1: La Revelación del Poder del Vacío
Tian Wu caminaba solo por las vastas montañas, el artefacto dorado palpitando en su pecho como si tuviera vida propia. Había dejado atrás las ruinas de su aldea, pero el vacío en su corazón seguía intacto. La figura que había visto en la oscuridad del templo, y las palabras del Vacío, resonaban en su mente. A pesar de la confusión, una llama de determinación comenzó a encenderse en su interior.
El artefacto lo había elegido. Eso significaba algo. Y si ese poder podía darle una oportunidad para cambiar su destino, para ascender más allá de los límites de la vida y la muerte, entonces debía comprenderlo, dominarlo. Pero el Vacío era insondable. No podía comprenderlo todo de inmediato.
Un viento helado soplaba entre las cumbres, pero Tian Wu no sintió frío. Con una concentración absoluta, cerró los ojos, enfocándose en la sensación del artefacto. En el instante en que lo hizo, una voz profunda llenó su mente.
—"Para avanzar, primero debes aprender a controlar la Fragmentación Primordial. La energía del Vacío fluye en ti, pero debe ser guiada. La Fragmentación disuelve los límites de la materia y la esencia. Tienes que aprender a fragmentar la energía a tu alrededor, a absorberla sin perder tu humanidad."
Tian Wu abrió los ojos, entendiendo que el camino hacia la ascensión comenzaba en su interior. Se sentó en una roca, adoptando una postura de meditación, y comenzó a canalizar su energía. El aire a su alrededor empezó a vibrar. Un cosquilleo recorrió su cuerpo mientras el artefacto resonaba con su alma. La energía comenzó a fluir a través de sus venas, descomponiendo el entorno a su alrededor. El espacio parecía distorsionarse, y los objetos cercanos, como rocas y tierra, empezaron a desintegrarse lentamente, disolviéndose en polvo cósmico.
Un dolor punzante se apoderó de su cuerpo, pero Tian Wu lo soportó. Cada fragmento de energía que absorbía lo acercaba más a su objetivo. Pero también sentía que algo en él estaba cambiando. Cada fragmento que tomaba parecía llenar el vacío de su alma, pero a la vez, lo dejaba un poco más vacío de lo que había sido. Este poder, aunque inmenso, no era sin sacrificios.
—"No temas," resonó la voz nuevamente. "La Fragmentación es solo el principio. Solo a través del sacrificio podrás ver el verdadero camino."
Escena 2: La Prueba de la Fuerza Interior
La meditación de Tian Wu fue interrumpida por un ruido sordo. De repente, una sombra oscureció el cielo, y una figura imponente descendió desde las alturas. Tian Wu se levantó, sus ojos brillando con una mezcla de cautela y determinación. Frente a él, se materializó una gigantesca bestia de sombras, sus ojos rojos como brasas, con colmillos que destellaban con una luz oscura.
Era una criatura del Vacío, una manifestación del caos que regía los límites de la existencia. La bestia rugió, causando que las montañas temblaran.
—"Este es el primer desafío, Tian Wu," la voz del artefacto resonó con claridad. "El Vacío ha sido generoso al ofrecerte poder, pero solo serás digno de ascender si logras superar tu miedo. Esta criatura es la manifestación de tus dudas y temores. Solo superándola podrás avanzar."
Tian Wu no dudó. El Vacío lo había elegido, y no iba a dejar que una bestia lo detuviera. Respiró profundamente, canalizando la energía que había aprendido a fragmentar. El suelo a sus pies comenzó a desintegrarse mientras él absorbía la esencia del aire y de la tierra. Cada molécula, cada átomo se convertía en una extensión de su voluntad.
La bestia cargó hacia él, rugiendo con furia. Pero Tian Wu se mantuvo firme. Con un movimiento rápido, extendió su mano, y el vacío a su alrededor se comprimió, formando una esfera de energía que desintegró la bestia en fragmentos. La criatura desapareció, pero el vacío dejó una sensación inquietante en el aire.
—"Has superado la primera prueba, Tian Wu," dijo el artefacto. "Pero aún queda mucho por aprender. El Vacío no es solo un poder que se controla; es un proceso de transformación, de sacrificio. Solo aquellos dispuestos a perderse a sí mismos pueden hallar la verdadera libertad."
Escena 3: La Lección del Vacío
Tras la derrota de la bestia, Tian Wu se sentó nuevamente, ahora con una comprensión más profunda del poder que llevaba dentro. Mientras meditaba, la voz del artefacto habló de nuevo.
—"La Fragmentación Primordial te permitirá disolver los límites de la materia, pero no solo de las cosas físicas. Puedes fragmentar tu propia esencia, tu alma, tus pensamientos. Al hacerlo, te liberarás de las ataduras que te atan a la vida y la muerte. Pero ten cuidado, Tian Wu. En cada fragmento que tomes, habrá un precio. Si no eres capaz de recomponer lo que has destruido, serás consumido por el Vacío."
Tian Wu reflexionó sobre estas palabras. El poder que había adquirido era increíble, pero también peligrosamente inestable. Cuanto más absorbía, más se sentía perdido en un mar de infinitas posibilidades. ¿Qué precio tendría esta ascensión? ¿Cuánto perdería de sí mismo en el proceso?
Pero una cosa estaba clara: ya no podía dar marcha atrás. El Vacío lo había elegido, y él debía seguir adelante. La ascensión no solo era un objetivo físico, sino espiritual, una transformación completa de lo que era. Si quería ser algo más que un niño huérfano, debía abandonar por completo su humanidad.
Con ese pensamiento, Tian Wu se levantó. El artefacto brilló con una luz cegadora, y un nuevo horizonte se abrió ante él. El viaje hacia la ascensión había comenzado de verdad.