Nos pusimos especialmente cuidadosos vigilando nuestras espaldas durante los siguientes días, y ninguno de los nuevos artefactos que encontramos sufrió el mismo destino otra vez. Basado en las experiencias pasadas de Xie Lun y Wen Shiyin, el número y calidad de los premios que habíamos reclamado eran mucho mejores que el promedio, lo cual sugería que nuestra estrategia de búsqueda resultaba bastante bien.
—Me llevaré este pincel cuando terminemos —dijo Peng Yao mientras Xie Lun guardaba nuestro octavo trofeo en su almacenamiento—, el grupo había decidido dejar todos los premios con él por ahora y redistribuirlos juntos al final. —He estado rogándole a mi maestro lo suficiente por un mejor pincel, pero siempre dijo que los buenos son demasiado difíciles de encontrar. Lucharé contra uno de ustedes si eso es lo que toma para conseguirlo.
