Abrigada por Huo Siyu, el familiar latido de su corazón y el agua tibia hicieron que Shen Li se relajara inconscientemente. Con la cabeza apoyada en el pecho de Huo Siyu, una ola de melancolía innombrable surgió en su corazón.
Tal vez fue por la reciente llamada telefónica con Suo Luo que se sintió incierta sobre si Huo Siyu era bueno con ella, qué les deparaba el futuro, lo que la hizo sentir un poco perdida.
O tal vez, entre ella y Huo Siyu... no había futuro después de todo, solo viviendo el momento, con tanto en qué pensar.
—¿Disfrutaste hoy? —preguntó Huo Siyu.
—Shen Li asintió y sonrió: "Bastante bien".
—Aparte de la inexplicablemente errática Señora Shen San, todo estaba bien.
—Mientras seas feliz, no quiero que otras cosas afecten tu ánimo —dijo Huo Siyu.