Varios profesores de baile llegaron rápidamente, aunque no vivían aquí, pero estaban esencialmente al servicio de Shen Li, listos en cualquier momento, con horarios completamente adaptables.
Primero, practicaron baile de salón durante una hora, que es una habilidad básica. Ya sea que uno entre al mundo del entretenimiento o no, es algo que se debe aprender. El profesor era muy serio, y Shen Li era igualmente diligente; no era la primera vez que ella bailaba baile de salón. Ella tuvo suerte, ya que sus compañeros siempre habían sido expertos en danza, especialmente Huo Siyu. Bailar con él era casi como dejarse llevar por él.
—La flexibilidad de la Señorita Shen es alta y ella aprende baile particularmente rápido —dijo la Hermana Zhang, la líder del equipo, con una mirada extremadamente satisfecha. Ya fuera por su enseñanza dedicada o el talento natural de Shen Li, mientras Shen Li aprendiera, ellos se llevarían el crédito, y eso significaba una recompensa muy generosa.
