—Nada conmigo —dijo Huo Tianqi con una sonrisa, observando el rostro de Shen Li como si esperara su reacción.
—¿Nadar contigo? ¿Estás seguro? —Shen Li parpadeó y sonrió de vuelta, aunque con tono burlón.
—Muy seguro —Huo Tianqi solo lo había mencionado de pasada, pero la sonrisa burlona de Shen Li lo enfureció un poco. Cruzó los brazos y miró a Shen Li—. Ve a cambiarte obedientemente a un traje de baño, o te cambiaré yo mismo.
—Me gusta bastante nadar —dijo Shen Li sonriendo, sin mostrar renuencia en su rostro, luego agregó—. Pero no sé nadar. Siyu ha intentado enseñarme algunas veces, pero nunca logró que aprendiera.
—¿Estás diciendo que quieres que yo te enseñe? —Huo Tianqi rió, su rostro lleno de una calidez sugestiva.
Si Shen Li pudiera ser tan cooperativa, él la estimaría mucho.
—Hehe... —Shen Li rió, luego con una cara seria dijo—. Cariño, estás pensando demasiado. Solo quería decirte que no sé nadar y espero que puedas proporcionarme un salvavidas al entrar al agua.