Después de una noche intentando calmarse, Shen Li todavía se sentía incapaz de tranquilizar sus nervios.
Especialmente después de quedarse dormida, incluso tuvo un sueño absurdo.
En una villa lujosa como un palacio, había una piscina al aire libre de piedra de jade tan grande como un pequeño estanque, con adornos dorados, y con mayordomos y criadas alineados a ambos lados.
Era extravagante y lujoso, una escena de imponente grandeza.
En la piscina, diez hermosas mujeres jugueteaban en el agua, divirtiéndose mucho. Pronto Huo Siyu y Huo Tianqing nadaron hacia ellas, y las diez mujeres se lanzaron sobre ellos, los doce jugando felices juntos.
En el sueño, parecía que ella estaba parada a un lado de la piscina todo el tiempo, observándolos fríamente, y luego Huo Siyu pareció notarla y de repente extendió su mano hacia ella, ella lo rechazó decididamente, su expresión fría y noble.
Fue entonces cuando llegó el giro inesperado—Huo Tianqi de repente se adelantó y abrazó a Huo Siyu...
