Una tetera de té transparente, el cuarto se llenaba con su fresco aroma.
Para ajustar la atmósfera de antes, las criadas encendieron el incienso, un tenue olor a flores de clavo, casi imperceptible.
Todo el equipo de té Kung Fu estaba dispuesto sobre la mesa, Situ enjuagaba las tazas de té con movimientos excepcionalmente hábiles, su expresión transmitía una calma serena.
—Tú, tú incluso sabes hacer té... —dijo Shen Li en un tono incrédulo.
En su memoria, Situ ya era muy capaz, siendo CEO y asistente de Huo Siyu al mismo tiempo. Parecía que podía hacer de todo, no solo era omnipotente en los asuntos de negocios, sino que tampoco esperaba que tuviera esta habilidad.
—Hacer té es bastante interesante, puede calmar la mente cuando te sientes agitado —dijo Situ mientras sonreía suavemente, llenó la taza de Shen Li y se la entregó.