—Esta fue mi idea —dijo Shen Yu fríamente.
—Señor Shen, por favor, váyase inmediatamente —siguió de cerca la voz de Situ.
Shen Yu había irrumpido de repente; se estaba organizando su trabajo en la parte trasera de la villa en ese momento, y naturalmente, nadie pudo detenerlo. Para cuando Situ llegó corriendo, Shen Yu ya había entrado a la villa, y Situ aún estaba un paso atrás a pesar de su prisa.
—Hermano... —exclamó Shen Li en shock, mirando con incredulidad a Shen Yu parado en la puerta.
Su rostro siempre sereno y hermoso la hacía sentir deslumbrada. El traje oscuro y su usual expresión fría y autocontrolada ahora llevaban un toque de fría ira. Su arrogante rostro portaba una furia forzosamente contenida, como si estuviera intentando con todas sus fuerzas soportar.
Él había venido...
La situación debería haberla asustado, pero sin razón, se sentía muy tranquila.
Situ dio un paso adelante, intentando bloquear a Shen Yu:
—Señor Shen, por favor...
