Nikolai tampoco estaba teniendo un buen día. Un aura tangible y fría parecía rodearlo mientras se sentaba en su estudio y miraba hacia abajo al Alfa que había sido arrojado al suelo frente a él.
Frank miraba alrededor frenéticamente, temblando de pies a cabeza. Jael había sido sorprendentemente tolerante, todo lo que había hecho era recuperar el dinero del Rey de la Mafia Asher.
Había sabido mantenerse bajo el radar, y sabía bien que el segundo en comando del Rey Mafioso permitiéndole ir había sido una advertencia, si sus caminos se cruzaran una vez más, no sobreviviría.
Así que había estado jugando según las reglas, sus hombres ni siquiera iban por ahí secuestrando personas, y hasta había reducido los hurtos.
Estaba pensando en renovar su hostal e intentar ganar dinero legalmente, su encuentro con la mafia había sido demasiado cercano.
Entonces, ¿qué diablos estaba haciendo aquí? ¿Qué quería el Rey de la Mafia Nikolai con él?