Caspian esperaba que Isabella fuera la primera persona en acercarse a ellos en el momento en que apareciesen, y no decepcionó.
Pero no vino sola.
Estaba del brazo de un Alfa desconocido, el Alfa de cabello oscuro era imponente, y parecía incómodo con el traje de tres piezas que llevaba.
—Davian —Asher lo reconoció con respeto en voz baja—. ¿Te has perdido?
—Podría preguntarte lo mismo —dijo el Alfa con sequedad.
Caspian conocía el nombre de Davian. Rey de la Mafia Davian.
El tercer Rey de la Mafia que aún no había visto en persona.
Bella lucía dichosa en su brazo, pero al Rey de la Mafia Davian le parecía que preferiría estar en cualquier otro lugar.
—Lo convencí de venir —dijo ella orgullosa, reteniendo su brazo.
—Si supiese que tú también vendrías, habría pasado —Davian no dudó en añadir, su mirada se desvió hacia Caspian.
A pesar de que Asher sabía que Davian estaba completamente desinteresado, ya estaba a la defensiva, por lo que se crispó ante la mirada.